MI PRIMER EXPERIENCIA CON LOS TALLERES MECÁNICOS EN BRASIL

La primera experiencia con talleres mecánicos en Brasil de la tengo memoria fue hace muchos años, cuando todo era muy distinto en Brasil allá por el año 1984. Yo viajaba en el asiento trasero del auto, era un niño de unos 10 años. Mi hermana, ya en el secundario) tenía que rendir una materia en Marzo pero mis padres decidieron viajar igual en Febrero, no iban a perderse las vacaciones por que ella no quiso estudiar. Así que las vacaciones las pasamos en la playa mientras durante algunas horas mi hermana estaba encerrada estudiando y no podía salir hasta que no le daba lección a mi madre. Pero me estoy yendo por las ramas. Volvíamos a fin de Febrero, un Sábado para llegar el Domingo para que mi hermana rinda el Martes.




Recién habíamos salido de Florianópolis y el sol aún estaba asomando tras las montañas. No habíamos llegado a la altura de Enseada Do Brito cuando mi padre se pone a pasar a un camión en una bajada, el camión aprovechando la bajada aceleraba, nosotros íbamos arrastrando un trailer con un bote con lo que no teníamos la misma respuesta que un auto solo, la bajada terminó y comenzó la subida, estábamos a la par del camión y se estaba por terminar la doble raya amarilla, en eso aparece de frente un micro larga distancia a toda marcha. Apareció de repente. La reacción de mi padre, ante el grito de mi madre, fue poner marcha atrás... No recomiendo poner marcha atrás cuando uno se está desplazando a 110 km/h por que los engranajes de la caja de cambio, que son como dientitos, es como que se destruyen. Quedamos en medio de la ruta, de contramano, con el auto trabado en marcha atrás sin posibilidad de poner otra marcha. El micro que venía de frente nos esquivó sin problemas y por suerte a esa hora no había nadie mas y pudimos ubicarnos bien en la ruta.. siempre marcha atrás. Tuvimos la suerte de que desde lejos un brasilero en un "fusca" nos viera y viniera a preguntar si estaba todo bien, ayudó a mi padre a revisar el auto pero no había mucho que se pudiera hacer sin abrir todo el auto. Nos indicó que a menos de 1 km había una oficina. ¿Y para que necesitamos una oficina? Quizá por que OFICINA es como se dice taller mecánico en portugués!. Desenganchamos el remolque del bote y nos remolcó hasta la "oficina", luego volvió y remolcó al bote. (Un ídolo el tipo!), luego se fue sin querer aceptar mas que los miles de gracias que le dimos! Era Sábado, estábamos en la puerta de lo que iba a ser un taller mecánico en el futuro, lo estaban construyendo. Solo había paredes, techo y un cartel despintado de haber estado instalado vaya uno a saber cuanto tiempo y en donde. En aquel entonces Peugeot era totalmente desconocido en Brasil, no había esa marca ni importada, y allí estábamos nosotros, con un auto desconocido, en un taller a medio construir en un país que recién estábamos empezando a conocer, comunicándonos en un idioma que no habíamos terminado de aprender. El mecánico no quería arreglar el auto hasta el Lunes, pero en cuanto mi hermana comenzó a llorar desconsoladamente por que le iba a quedar la materia previa accedió a arreglar el auto el Sábado, supongo que algún incentivo económico debe haber habido también por que el mecánico trabajó todo el Sábado y hasta la madrugada del domingo abriendo una caja de cambios que desconocía, sin repuestos originales o similares, con mi padre ayudando, mi madre dándole charla a la esposa y mi hermana con su libro en la mano repasando su materia. Finalmente pudo hacer un arreglo provisorio para que podamos llegar a casa. Al poner marcha atrás uno de los dientes del engranaje se partió, tuvieron que limpiar toda la pieza, soldar el engranaje con muchísimo cuidado y volver a armar la caja de cambios. A la mañana siguiente salimos con destino a Buenos Aires llegando a tiempo para que mi hermana rinda bien su examen. Al año siguiente buscabamos el taller mecánico y no lo encontramos, no al menos como lo conocíamos, si es el que creemos creció mucho y es un taller muy bueno y muy recomendable.



Hoy en día Peugeot está en Brasil, hay talleres oficiales, repuestos y la infraestructura en la ruta es muy superior a lo que era en los ochenta. Las concesionarias oficiales tienen talleres que parecen quirófanos. Recientemente viajando con un Fiat tuve que ir a Phipasa y no podíamos creer lo que era el taller, enorme, con capacidad para atender como a 20 autos al mismo tiempo con mecánicos individuales para cada vehículo, sala de espera, wifi, todo con repuestos originales, una limpieza digna de un restaurante y una atención que nos dejó maravillados. Hace pocos años cuando le hice la entrevista a Luis Tedesco, piloto campeón de Rally, me enteré que utiliza a Phipasa como taller de cabecera.
No vayan con miedo por el tema talleres, hay muchos y los hay muy buenos, hay de todo obviamente, pero en todas las ciudades importantes del camino hay siempre una o varias opciones de excelente calidad para lo que se necesite.

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